Paz de Ariporo se ha convertido en un municipio de tránsito de los cientos de venezolanos que ingresan diariamente a Colombia en búsqueda de una mejor vida pero algunos se quedan, generando problemas de inseguridad y competencia laboral para los colombianos.
Así lo dijo Favio Vega, alcalde de este municipio de la zona norte de Casanare, cercana a Arauca y en la que ya hay censados 745 venezolanos que han venido paulatinamente accediendo a servicios educativos y de salud, según las disposiciones legales vigentes para su atención.
El mandatario dijo que lamentablemente con la llegada de los venezolanos se han incrementado problemas de microtráfico, hurto a residencias y fincas.
Por ahora se está trabajando la posibilidad de ubicar un punto de migración en el puerto de San Salvador, en zona limítrofe entre Casanare y Arauca para controlar el flujo de migrantes venezolanos.
Sin embargo el alcalde considera que el gobierno se ha quedado corto con su política de migración porque con la emisión de un decreto no se soluciona la crisis humanitaria que se está generando por el ingreso de más de un millón de nacionales de Venezuela.
Finalmente expresó que los pazdeariporeños son gente solidaria y algunos le han dado trabajo o comida a los migrantes.
Mientras tanto en Yopal también se está observando diariamente el gran número de hombres, mujeres, jóvenes y niños caminando con grandes maletas por la Marginal del Llano para llegar a otras ciudades de Colombia o fuera del país.
Sus condiciones económicas son muy precarias y aun así soportan largas caminatas, hambre, sol y lluvia y en algunos casos menosprecio de algunos colombianos.
