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Cómo la industria petrolera, el arroz y la palma afectan las vías de Casanare

Por Ramiro Rivera Ángel

Los casanareños nunca se imaginaron ni remotamente que la llegada de la industria petrolera y el crecimiento de los cultivos de arroz y palma en esta región, pudieran afectar tanto las vías -que no fueron construidas para que se transportara el flujo vehicular que generan estas actividades, menos para soportar la carga o peso de un tracto camión-. Nos imaginamos que por allí pasarían solo las flotas, los carros particulares, los camiones de la cerveza, el mercado  y los de transporte de ganado pero no vehículos de más alto tonelaje en forma permanente.

Faltó visión y nuestra ingenuidad nos cogió con los pantalones abajo. Ni nuestros gobernantes, ni la comunidad medimos el daño que podían causar, sumado al abuso que se cometen en el transporte de los productos por nuestras carreteras.

2018 ha sido el año de mayor precipitaciones o invierno, esto ha puesto en evidencia la realidad de nuestras vías, carreteras hundidas en la sabana, encharcadas, camiones enterrados, estudiantes caminando por barriales para llegar a los colegios; todo esto producto del paso de tracto camiones y maquinaria agrícola, no se tienen cuneteos ni descoles, faltan alcantarillas y puentes en algunos casos, en fin una serie de problemas producto de la no planeación y visión al momento de construir (nunca pensamos que el sector petrolero, arrocero y palmero creciera de esta forma en Casanare).

Radiografía de las vías de Casanare y sus responsables

Casanare tiene una gran extensión (44.490 km cuadrados), compuesto por una red vial de 6.302 km según el Plan Vial Departamental de la Gobernación. Tenemos 407 km (6.4 %) de vías primarias (a cargo de la Nación), totalmente pavimentadas, incluida la vía de la Nevera que es de carácter terciario pero está a cargo de la Nación (40 km), en vías secundarias 1.125 km (17.8 %) a cargo del Departamento, de las cuales unos 550 km (48%) aproximadamente están pavimentadas y cerca de 200 km (15%) en tierra o sobre la sabana sin conformar, sin obras de arte (alcantarillas, puentes), sin material de río y apenas trazadas en algunos casos como en los Municipios de Hato Corozal (Puerto Colombia) y Paz de Ariporo (Guamas – Hermosa).

La red vial terciaria de 4.768 km (75 %) del total de Casanare, a cargo de los municipios, donde apenas unos 250 km (5%), están pavimentados, cerca de 2.500 km (52%) afirmados con material de río, el restante: unos 800 km en piedemonte o montaña abiertas con maquinaria amarilla aprovechando la bondad del terreno (suelos en piedra), pero que carecen de estudios técnicos y de obras de arte en la mayoría de casos. Por último tenemos en los municipios de sabana (los más extensos) algo así como 1.000 km con terraplenes o en algunos casos apenas trochas a sabana abierta sobre tierra  apenas marcadas a la vereda o corregimiento de destino.

Podemos concluir que solo las vías primarias, en este caso responsabilidad de la Nación, tendrían resuelto el problema, pues su totalidad ya fueron pavimentadas pero corresponden a un porcentaje muy bajo del total de km que tiene el Departamento, 6.4 %.

Ahora empezamos a flaquear. Las vías secundarias a cargo de la Gobernación tiene unos  575 km sin asfaltar y que por citar un valor promedio por distancias a canteras y otras variables un km podría llegar a costar cerca de 3 mil millones de pesos, es decir que estamos hablando de aproximadamente 1.7 billones de pesos, cifra imposible de apropiar por el departamento para responder y pavimentar sus vías a cargo.

Ahora las vías terciarias a cargo de los municipios, pero con el 75% (4768 km), tendrían que construir y reconstruir con material de río más de mil km; tomando un precio promedio de 1.500 millones por km podríamos estar hablando de cerca de 1.5 billones de pesos, más mantenimientos promedio de  100 millones para los otros 800 km, es decir 80 mil millones de pesos más. Esto solo para dejar en buen estado con material de río, obras de arte pero sin avanzar en pavimento. Es decir, que se necesitarían por parte de la gobernación y municipios una cifra muy cercana a los   3.3 billones de pesos para tener pavimentada toda la red vial secundaria y mantenida en buenas condiciones con material de río las vías terciarias. Aclaro que estos estimados pueden variar un poco, pues no tenemos un diagnóstico que nos acerque con más exactitud a un valor.

Pero hasta acá una radiografía de lo que podría ser un uso normal, con un tráfico regular y responsable. Ahora viene la realidad del verdadero estado actual de las vías en Casanare, el deterioro o desgaste por el uso y desuso de los últimos 10 años que le ha dado la industria petrolera, el sector arrocero y últimamente el cultivo de palma, principalmente.

 

Impacto de la industria petrolera, arroceros y palmeros en las vías de Casanare

Pero tratemos de medir el impacto sobre las vías de estos sectores:

El petróleo, en los últimos años viene produciendo promedios de 90 a 130 mil barriles diarios, de estos cerca del 50% se transportó y se sigue transportando por las vías,  hablaríamos de 225 a 325 viajes diarios hacia puntos de acopio o trasformación, (82.000 a 118.00 viajes al año). Aclaro que estas cifras están disminuyendo producto de la construcción de oleoductos y por presión de las comunidades por la afectación a las vías.

El arroz, para el año 2018 estableció 129.564 hectáreas de cultivos en 12 municipios; calculando sobre una producción cercana a 650.000 toneladas, se requieren más de 18.000 viajes en tracto camiones hacia los molinos de Pore, Yopal, Aguazul y Villanueva para sacar la cosecha. Ahora si se hace en volquetas se estaría duplicando el número de viajes.

La palma de Aceite o palma africana alcanza a tener un área sembrada de 44.221 hectáreas (Fedepalma), el 11% de la producción nacional; hacen presencia en Casanare 5 plantas extractoras de aceite y hoy 10 de los 19 municipios tienen este cultivo. Somos de los departamentos de mayor producción y de mayor crecimiento en los últimos años. Estos también hacen uso de las vías, transportando la producción promedio de 15 a 20 toneladas por hectárea, lo cual podría ser de por lo menos 663.315 toneladas año, es decir unos 33 mil viajes en vehículos tipo volquetas, aclaro que un buen porcentaje de las vías usadas por el sector palmicultor fueron o son construidas por ellos mismos, pero utilizan tramos de nuestras vías.

Todo esto nos resume que nuestras vías tienen una carga anual de salida desde los puntos de producción hasta los de acopio entre 133.000 y 187.000 viajes año, solo por estos 3 sectores; ahora tengamos en cuenta la entrada de insumos, de materiales, equipos, transporte interno, transporte de residuos y el desgaste que produce el tránsito de maquinaria agrícola (tractores en las vías).

Hoy tenemos que sumar a ese déficit vial, el mantenimiento de cerca de 2.900 km ya conformados con material de río pero que requieren de sendos mantenimientos por el grave deterioro causado por estos sectores. Tratemos de cuantificar esta nueva cifra, tomando un valor de 100 millones por km como promedio, nos daría un nuevo valor de 290 mil millones de pesos que debemos sumar a los más de 3.3 billones de pesos que se requieren para tener una malla vial sostenible.

 

Ahora quien podrá ayudarnos, cual es la solución?

Tal vez una alternativa pueda ser nacionalizar o entregar a la nación vías de importancia como las que conducen a Puerto Colombia, la Hermosa, Bocas del Pauto, Orocue, Santa Helena entre otras y que nos comunican con departamentos vecinos. Es decir que la Nación pase de responsabilizarse de un porcentaje tan bajo de las vías a uno bien significativo.

Definitivamente otra medida es que se reglamente y de buen uso de las vías. Aquí el departamento y los municipios deben tomar cartas en el asunto, deben apropiarse de la situación y poner a actuar con responsabilidad estos sectores que si bien nos traen desarrollo hoy nos está causando un impacto negativo. Casanare y los municipios necesitan EOT y POT serios que limiten las fronteras productivas, que ordenen el uso del suelo, para así tener definidas las áreas de establecer responsablemente cada cultivo.

Acciones para mejorar son muchas pero se debe hacer mucha gestión; trabajar y se debe obrar con mucha responsabilidad y sentido de pertenencia. Muy seguramente estos cultivos, la explotación petrolera y otras actividades nuevas se seguirán expandiendo, pero mientras en Casanare no mejoremos la infraestructura vial y obremos con responsabilidad estaremos lejos de ser más productivos y sostenibles en este bello departamento.

*Ramiro Rivera Ángel: Médico Veterinario y Zootecnista egresado de la Universidad UDCA, exdiputado de Casanare y defensor de los intereses regionales.

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