Los 100 primeros días de Duque, un monumento a las mentiras
Por Yecid Beltrán Sáenz*
Dicen que la política es el “arte de mentir” y no se equivocan quienes han hecho de esta frase una realidad en nuestro país muy especialmente en estos primeros 100 días de Gobierno del “que dijo Uribe”.
En solo 100 días de mandato ya se ha hecho acreedor al premio de “presidente más mentiroso” que haya tenido Colombia en toda su historia, muy a pesar de haber hecho en su campaña una frase repetitiva en el sentido que lo único que no haría sería “engañar al país”.
Su tan machacada frase #ElQueLaHaceLaPaga resultó todo un fiasco con el solo anuncio del nombramiento de Alberto Carrasquilla, el mismo de los bonos del agua que tiene desfalcados a 117 municipio pobres del país, como ministro de Hacienda, seguido por el nombramiento del corrupto exprocurador, Alejandro Ordoñez, como embajador ante la OEA, y de la Señora María Victoria Angulo como ministra de Educación, la misma que contrató como secretaria de Educación en Bogotá, a los mismos contratistas que vendieron pechugas de pollo a 40 mil pesos en la costa para el programa PAE; a Sandra Gómez, en la gerencia de Findeter como premio por las investigaciones que le tiene la Fiscalía por sus manejos en la Fiduprevisora y sin contar con el fallido nombramiento de Daniel Cabrales como embajador en Panamá, hasta cuando alguien le recordó que era el mismo del cartel de la hemofilia en Córdoba o el de la señora Claudia Ortiz declarada enemiga de los líderes sociales, como directora de la ANP.
¿Qué pasó con sus promesas de campaña de no subir más los impuestos ni de presentar reformas tributarias por ser los impuestos altos y asfixiantes? Cinismo total; nos inauguró con el anuncio de una reforma tributaria cuyo principal objetivo sería gravar con un IVA del 18% todos los productos de la canasta familiar como si los que ya hay no fueran suficientemente altos y asfixiantes. Pero también nos prometió en campaña que iba a decretar seis días al año sin IVA. Saltarán los ubérrimos defensores del presidente Duque a manifestar y gritar por las redes sociales que hasta ahora lleva cien días de gobierno y que debemos esperar a que transcurra el año para poder opinar si cumple o no cumple esa mentira piadosa.
Ni hablar de la “cero mermeladas” cuando en la reforma política, avanza con cauteloso silencio en el Congreso la propuesta de revivir los auxilios parlamentarios o cupos indicativos, reviviendo tal vez su exitosa política del “barril de los puercos” que tan buenos dividendos le produjo cuando era dizque asesor del ex ministro de Hacienda, Juan Manuel santos en tiempos de la presidencia de Andrés Pastrana. Una cosa eran sus fogosos discursos como senador criticando la mermelada de Santos y otra cosa como presidente cuando apela al mismo sistema que antes controvertía. Como decía mi abuela: “Ahí va la misma burra pero con diferente enjalma”.
Y en cuanto a la política de defensa del medio ambiente muy pronto se le olvidó al presidente Duque su defensa, si nos atenemos al discurso de la ministra de Minas que, en su primera salida, sin ambages y sin tapujos, anunció que se la jugaba por el “fracking”, esa misma actividad que el presidente Duque en su campaña también dijo que se la jugaba, pero para no implementarla.
Y tan buen defensor del medio ambiente nos resultó, que muy rápido olvido sus promesas de paulatinamente cambiar el parque automotor hacia el sistema eléctrico inclusive poniendo como fecha límite para hacerlo el año 2030. ¿Cumplirá esta promesa? Muy difícil cuando en la mal llamada reforma de financiamiento, propone subir el IVA del 5% al 18% a los automotores de servicio particular que utilicen esta tecnología.
Similar situación le espera a la educación y a la cultura cuando se propone subir el IVA a todos los materiales de educación y cultura al 18% porque según nuestro presidente, “no hay peor hambre que el hambre de conocimiento”. Curiosa manera de combatir el hambre de conocimiento encareciendo el acceso a la educación y a la cultura.
Ilusionó a los guerreristas seguidores del uribismo puro prometiendo que los acuerdos de PAZ los harían trizas, desmontando la JEP o reformándola a sus intereses y acabar la entrega del Estado que le hizo Santos a la farc. Sin embargo, en su reciente gira por Francia, ante la comunidad europea afirmo que Colombia está respetando y respetara los acuerdos firmados. ¿A quién le estará mintiendo el presidente? ¿A los colombianos que votaron por él? ¿O a la comunidad internacional?
Y que no se nos quede en el olvido la más grande mentira sobre su apoyo a la consulta anticorrupción sobre la cual brindo su total e irrestricto apoyo, radicando incluso por iniciativa del gobierno algunos proyectos para dar cumplimiento a la fallida consulta votada por 11 millones de colombianos. Como se dice popularmente “solo tilín tilín y nada de paletas” porque uno a uno se han ido hundiendo con el beneplácito del propio presidente. Al gobierno en estas instancias no le conviene ninguna reforma anticorrupción porque “sin corrupción no hay paraíso” y eso lo saben de memoria todos los estamentos políticos de este país.
Sigamos viendo la “paja en el ojo ajeno” (Venezuela) y resistámonos a ver la “viga que cargamos en nuestros propios ojos”.
Yecid Beltrán Sáenz – Abogado De La Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la U.N.