Colombia quiere pero no quiere la industria petrolera: ACP

En medio de un amplio discurso los 100 años de la industria petrolera en Colombia el presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo, Francisco Lloreda dijo que el país es dubitativo y contradictorio en el manejo del sector. También cuestionó la supuesta política errática con el fracking, las consultas populares y previas y la distribución de regalías.
En un duro pronunciamiento en el marco de la “I cumbre de Petróleo y Gas” que celebran los empresarios del área en Bogotá y a la que asistió el presidente Iván Duque, Francisco Lloreda hizo un recorrido histórico de lo que ha sido el trasegar petrolero del país, recordando que el 29 de abril de 1918 el pozo Infantas 2 inició la producción con 42 barriles diarios y hoy cien años después sigue produciendo 46 mil barriles al día.
Reprochó que el país no reconozca el aporte al desarrollo económico que ha hecho la industria, a través de este siglo de labores, el cual se ha visto reflejado en obras de infraestructura, energía y por supuesto recursos para inversión en la sociedad. Enfatizó que “Colombia no sería lo que es hoy sin esta industria. El petróleo y el gas mueven al país, literalmente, por tierra, ríos, mar y aire”.
Francisco Lloreda expuso que a pesar de los avances en energías renovables, la que genera los fósiles seguirá siendo necesaria para un mundo que incrementa notablemente su densidad poblacional año tras año y sus requerimientos energéticos, que no alcanzan a ser suplidos por las nuevas tecnologías.
Colombia es dubitativa y contradictoria en materia de hidrocarburos
A partir de estas premisas se pregunta en dónde está Colombia, un país con yacimientos convencionales y no convencionales, con reservas para unos 5 años, en riesgo de perder su autosuficiencia energética.
Y él mismo responde que el país es dubitativo y contradictorio, porque por un lado quiere afianzar el sector pero por otro lado no genera los procesos jurídicos adecuados para cristalizar una mayor exploración y explotación de los hidrocarburos. Frente a esto expresa literalmente que “Las reservas probadas languidecen; 1.782 millones de barriles que alcanzan para 5.6 años; la exploración no despega -van 30 pozos exploratorios de los 65 programados para este año y 900 kilómetros de sísmica-; la inversión no levanta cabeza, se contrae”.
Agrega Lloreda que a pesar de que los precios internacionales del petróleo están en un promedio de 75 dólares el barril, la exploración no despega; que la inversión en los descubrimientos en el mar y en tierra no llega; y aún con la producción nacional de 860 mil barriles diarios y Ecopetrol con resultados positivos, la industria puede desvanecerse.
Lloreda, hijo de las grandes familias del país, expresa que hace 10 años el país decidió desarrollar los llamados yacimientos no convencionales pero aún no se inicia la fase exploratoria porque se presentan nuevas talanqueras propiciadas por contradictores del fracking carentes de argumentos científicos que solo se valen de una interpretación errada del principio de precaución.
También argumentó que las empresas siguen explotando los bloques asignados hace años pero no exploran nuevos yacimientos por evitar lidiar con “licencias, consultas, chantajes y bloqueos”. Puntualiza diciendo en este aspecto que “están acorraladas (las empresas), es la realidad, en un país que sufre de miopía severa: de un cortoplacismo alarmante e irresponsable”.
Industria amenaza con irse del país si no cambian ciertas condiciones
Lloreda advierte que a pesar de que las empresas extranjeras quieren invertir en Colombia, si se sigue con esa dicotomía, ellas se irán e incluso algunas ya lo están haciendo. Solo quedará Ecopetrol y “la estatización de la industria sería inexorable”.
Por todo lo anterior le solicitó al presidente Iván Duque impulsar la industria de hidrocarburos como lo hizo, según él, el expresidente Álvaro Uribe Vélez, en su gobierno.
Destacó que los ministros de Minas y Energía, de Hacienda, la ANH, son conscientes de la importancia estratégica de la industria para el desarrollo y crecimiento económico del país. Y precisó que a la ministra de Minas “no le ha temblado la voz para defender la industria y el desarrollo responsable de los no convencionales”. Y expresa que el ministro de Hacienda “no titubeó en conceptuar sobre la inconveniencia de prohibir por ley el fracking”.
Le dice puntualmente al presidente Duque que la industria “está en condiciones de aportar en los próximos cuatro años, $100 billones, en impuestos, regalías, dividendos y derechos económicos. Para ello, se requieren inversiones por $7 mil millones de dólares año, que sólo llegarán si existen las condiciones, y algo igual de importante: las áreas y proyectos donde invertir”.
Para esto último dice que se deben cumplir cuatro condiciones: “Reformar el sistema general de regalías; seguridad jurídica; una regulación competitiva en tarifas de oleoductos; y avanzar de manera gradual e integral en la liberación del mercado de combustibles”.
Sobre las regalías, Lloreda afirma que hay animadversión en el territorio y por ello se hace necesario el cambio en el sistema de distribución pero esto por la legislación colombiana se tardaría mucho por ello pide incluir en el presupuesto bienal de regalías recursos nuevos, significativos y ejecutar con celeridad estos recursos.
Del tema jurídico afirma que se avanza un paso y se retroceden dos, refiriéndose al fallo de la Corte Constitucional sobre las consultas populares en las que supuestamente sobrepone la competencia de la Nación sobre las entidades territoriales al momento de decidir si se autoriza o no la actividad petrolera. Y el Consejo de Estado mientras tanto suspende las regulaciones para el desarrollo de los yacimientos no convencionales.