La niña se salvó de ser violada porque se le había enseñado a cuidarse: Mamita de La Bendición en Yopal

Una niña de seis años, de La Bendición en Yopal, se habría salvado de ser víctima de una violación, gracias a las medidas de autoprotección que le enseñaron sus padres. Un hombre conocido de la familia se la llevó a un cambuche, le vendó los ojos para darle una sorpresa y, ella al verse en peligro huyó.
Adela*, la madre de la menor relata que en la mañana del domingo 13 de enero una vecina los invitó a almorzar y siendo las 11 y 45 am, el exesposo de ella, acompañado de un bebé y un niño de 4 años, llegó a su humilde vivienda hablando que tenía unos vestidos que había elaborado la mamá de él y, entre charla y charla, el sujeto llamó a la niña para que se fuera con él.
La mamita confiada en que el hombre iba con el bebé en brazos y el niño, la dejó ir con él; pero en la mitad del camino, el sujeto mandó al niño de 4 años para la casa de la vecina. Mientras eso sucedía, Adela llegó también a esa casa y preguntó por su hija y el niño relata que está con su padrastro y el bebé en la tienda.
Inmediatamente la mujer, con el corazón en la mano, comienza a buscarla por todo lado, fue a la tienda del sector y a la casa de la mamá del hombre, y no la encontró.
Poco tiempo después supo que el sujeto se había llevado a la niña a un lote solitario y alejado de donde estaban; allí había un cambuche con una cama y un closet. La hizo entrar y la sentó en la cama, donde le vendó los ojos para supuestamente darle una sorpresa, le metió un dulce en la boca y como estaba encartado con el bebé trató de sujetar y amarrar la niña, quien para ese momento ya se había percatado que estaba en peligro y como pudo huyó.
En la correría, un vecino la vio y, al verla llorando, le preguntó qué le ocurría. Ella le contó lo que había acabado de pasar, que estaba pérdida y necesitaba llamar al papá para que fuera a recogerla. El solidario hombre, gracias a que la niña se sabía el número, lo llamó y este acudió rápidamente a auxiliarla.
La pequeña le expresó a sus papitos que el hombre la engaño con la promesa de un vestido pero cuando él le introdujo el dulce a la boca recordó que ellos le habían dicho que si alguna persona intentaba darle dulces u otros regalos debía desconfiar y huir porque estaba en peligro.
Adela, justamente narra que el día anterior le habían explicado a su hija los cuidados que debía tener con su cuerpo, sus partes íntimas, y, que nadie por ningún motivo debía tocarle; de la misma manera, no recibir dulces o regalos, porque hay gente mala que quiere hacerle daño a los niños y niñas. Y en caso de que se le presentara una situación de esas debía huir y buscar ayuda.
En medio de sollozos y lágrimas, Adela, dice que gracias a esta información es que a su hija no le pasó nada, pero teme que otras niñas no corran con la misma suerte y terminen violadas y asesinadas, como los recientes casos que se han conocido a nivel nacional.
Hay que destacar que el sujeto, presunto depredador sexual, tiene 28 años, estuvo en la cárcel 2 años y medio por haber intentado matar a su compañera sentimental y hace apenas 3 meses salió de prisión y se ganó la confianza de su exesposa y vecinos afirmando que había encontrado a Dios y se había vuelto cristiano.
Adela* es un nombre ficticio para narrar el caso sin afectar la identidad de la familia.
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Qué dice el Caivas?
Cuando se presenta un caso como el reseñado, las víctimas deben ir al Centro de Atención Integral a Víctimas de Violencia Sexual, Caivas, donde confluyen varias instituciones relacionadas con el tema como la Fiscalía, el Icbf y Sijin, entre otras.
En la Sijin o en la Fiscalía se debe recepcionar la denuncia y se inicia la investigación para determinar lo sucedido y proceder judicialmente en caso de una agresión sexual. Igualmente se remite al Icbf para que las víctimas sean atendidas por sicólogos. También se puede expedir una orden de protección si la situación lo amerita.
La realidad real
El angustiado padre, quien se encontraba laborando, auxilió a su hija y acto seguido llamó a las autoridades competentes para poner el caso en conocimiento y esperar acciones en contra del presunto agresor.
Según el denunciante, lo peor del caso, ha sido la negligencia por parte de las autoridades para atender el caso, ya que la patrulla de la Policía no fue al solitario cambuche hecho de lona, hasta donde fue llevada la niña; solo se limitaron a interrogarla; “Se alega que como no hubo abuso sexual, ni el individuo fue encontrado en flagrancia, no hay causal para detención, lo que nos preocupa, ya que él anda suelto en las calles y para nosotros representa un peligro, no solo para nuestra hija, sino para otros niños del sector”, relata el padre.
Reitera que le tocó a él mismo ir al sitio y recolectar pruebas, como el dulce que el individuo pretendía hacerle consumir a la niña, y los trapos con que le vendó.