Yopal se contamina con material particulado por incendios: U. Nacional

Cuando en Yopal pensábamos que respirábamos un mejor aire que en Bogotá, resultó que no. Yopal (Casanare) y Arauca, (Arauca) en época de incendios, han arrojado concentraciones de material particulado superiores a las registradas en Bogotá, cuando se disparan las alertas por contaminación en esa ciudad, según estudio de la Universidad Nacional.
De acuerdo con un artículo de www.semana.com titulado “Bogotá respira los incendios de la Orinoquia” se destaca que en un análisis hecho en Yopal y Arauca, se han registrado concentraciones superiores a los 100 microgramos por metro cúbico de material particulado, lo que representa una cifra muy alta para estos sitios donde no hay casi vehículos ni industrias.
Lo que dicen el médico Camilo Prieto, director del Movimiento Ambientalista Colombiano es que estas emisiones “están asociadas a infartos, eventos cerebrovasculares y enfermedades respiratorias agudas y crónicas como las crisis asmáticas”.
El reportaje destaca que “El humo de los más de 400.000 incendios forestales registrados en los últimos diez años en la Orinoquia colombo venezolana fue respirado por bogotanos, paisas y bumangueses. Por primera vez, un estudio asoció las quemas con el comportamiento de los vientos y la contaminación del aire de comienzos de año en el norte de Suramérica”.
Igualmente se afirma que “Ese aire enrarecido que respiramos revuelto con microscópicas partes de 10 y 2,5 micras (una micra es una milésima parte de un milímetro) recibe entre enero y marzo una recarga de humo, hollín y más contaminantes que traen los vientos desde la Orinoquia de Colombia y Venezuela. Esto, por cuenta de las más de 55.000 quemas que en tiempo seco azotan al año a las sabanas de manera natural e intencional para “limpiar” o “mejorar” los suelos conforme a la práctica de sus habitantes.”
Se agrega que, “Estos incendios en la Orinoquia coincidieron con los mayores picos de concentración de material particulado PM10 en Bogotá, Medellín y Bucaramanga registrados en plena época seca en los diez años del análisis. Los altos niveles de este contaminante en las capitales fueron registrados precisamente cuando las masas de aire salieron de los pastizales del Orinoco en los momentos más críticos de incendios.”
En el reportaje de www.semana.com, Ricardo Morales, profesor de ingeniería de los Andes, aseguró que es la primera vez que un estudio asocia la posibilidad de que los incendios en la cuenca del Orinoco deterioren la calidad del aire de centros urbanos ubicados a más de mil kilómetros, que coincidentemente son los que hace poco estuvieron bajo emergencia ambiental. “Estimamos que estos incendios forestales podrían aportar entre 6 y 16 por ciento de la contaminación atmosférica en Bogotá, Medellín y Bucaramanga, aunque son datos preliminares. Estamos cuantificando las cifras por medio de modelos atmosféricos químicos”.
Según Morales, una gran quema en la Orinoquia detona una humareda que vuela hacia el territorio colombiano en tiempo récord. El humo de un fuego voraz tarda sólo tres días en llegar al centro del país, factor que depende de la velocidad del viento. “Cuando un incendio logra cierta altura, el humo asciende a la atmósfera y es transportado a grandes distancias por el régimen de los vientos alisios. Pero no es solo material particulado, una quema emite otros contaminantes como monóxido de carbono y carbón negro y marrón”.
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