Katerin Ávila, negó haber matado a su pareja, juez Juan Pablo Flechas, quien cayó de un edificio en Yopal. Vea el video probaría que se trató de un accidente.
“Mi hijo mayor se cogía su cabecita, lloraba y temblaba; mi hijito menor decía en dónde está mi papá y lloraba; yo gritaba desde el balcón, ayúdenlo, hagan algo por favor. Mi dolor ha sido infinito; el de mis hijos y el de mi familia”. Con estas palabras, Katerin Ávila Jiménez describe lo que sucedió segundos después de que su pareja sentimental, el juez de Paipa, Juan Pablo Flechas Pérez, cayera al vacío desde su apartamento, en un cuarto piso del Edificio El Portal de Unicentro.
Katerin quien inicialmente había guardado prudencial silencio, optó por contar su versión de los hechos en un perfil de Facebook, creado para ello, donde subió fotos de Juan Pablo, la familia y hasta un video de uno de sus hijos.
Del adverso 23 de diciembre, expresó que mientras Juan Pablo se fue con su hermano a comprar las cosas para la cena del 24, ella, su abuela de 80 años, su mamá de 54 años y su hermana de 21 años, se dedicaron a ver y comprar ropa y a embellecerse en el salón de belleza.
A la par que Juan Pablo realizaba las compras también ingería cerveza, algo normal por estas fechas decembrinas. Aunque no precisó la hora, se presume que, al finalizar la tarde, Katerin fue a recogerlo al establecimiento público donde estaba departiendo y tomando con amigos y familiares. Llegó allí en compañía de mamá, abuela, hermana e hijo menor y ahí comenzó la desavenencia y malestar.
En aras de proteger su vida y evitarle posibles accidentes, ante su insistencia por manejar su carro en estado de alicoramiento, le quitaron las llaves. Esto encendió los ánimos porque él insistía obstinadamente en conducir e incluso trato mal a la hermana de Katerin.
El ambiente se puso muy tenso, tanto que, al llegar al edificio, en un exclusivo sector de Yopal, no quiso subir al apartamento y prefirió quedarse a hablar con el administrador y residente del edificio. Al insistirle que subiera a su hogar, nuevamente se generó la discusión. No faltó por supuesto el “Aprenda a tomarse un trago”. Finalmente accedió a subir a su residencia, donde se encontraban los mencionados familiares de Katerin, quienes en vano trataron de calmarlo. La mujer optó por recluirse en su habitación y escuchó cuando su hijo mayor le recriminó su comportamiento.
Frente al conflicto, Juan Pablo decidió irse del apartamento y por ello Katerin y su hijo mayor le alistaron su ropa. En un momento Juan Pablo ingresó a la habitación con el niño menor, diciéndole que lo cuidara y tomó la bolsa con la ropa. En ese momento se creyó que él iba a bajar un rato del apartamento, se iba a tranquilizar, pero estaba por suceder la tragedia, de la cual, aparentemente nadie se percató, hasta sucedida.
Video evidenciaría que la caída fue un accidente
A través de un video, tomado por una lejana cámara, al que www.marthacifuentes.com pudo acceder, se alcanza a ver que el Juez Segundo Promiscuo de Paipa, Boyacá, lanzó un objeto, la bolsa o maleta, y un segundo después él también cae al vacío. No se observa a nadie empujándolo o que él hubiera saltado, sino que con el impulso con el que botó la maleta, también se lo hubiera llevado a él.
Curiosamente, a pesar de quitarle las llaves para evitarle un accidente en su carro que afectara su vida y la de otros, no pudo escapar de la muerte, como efecto, aparentemente, del mal manejo del alcohol, que le exacerbó la ira por no disponer del vehículo como quería, y culminando con el accidente letal.
Qué pasó luego de caer
Pasaron tan solo unos instantes de la caída para que los miembros de la familia mencionados, se dieran cuenta de lo sucedido y comenzaran a gritar, correr, llorar y buscar a Juan Pablo, quien simplemente había desaparecido del balcón y no se veía dónde estaba.
Con la gritería, Katerin y sus dos hijos, quienes estaban con ella en una habitación, salieron a ver qué era lo que ocurría, pero nadie parecía saber nada, solo que Juan Pablo no estaba. Lo buscaron en la vía pública pero allí no estaba. Su cuerpo cayó a un lado del edificio, donde al fin lo pudieron divisar, en medio de la oscuridad.
El dolor, el llanto, la desesperación, no se hicieron esperar y sin darse cuenta ya todos estaban en el primer piso, tratando de auxiliar al hombre que yacía tendido, pero con vida. Pese a que fue rápidamente llevado al Hospital Regional de la Orinoquia, los traumas ocasionados en su cuerpo con la caída, le costaron la vida, 29 horas después, en plena madrugada del día de Navidad, el 25 de diciembre. Ciertamente la situación distaba mucho de la noche buena que toda la familia esperaba.
Katerin expresó que “Fue un momento espantoso, no sé porque pasó, no sé cómo fue, yo no vi nada, no sé qué hizo, no sé si fue un accidente, si Dios tenía su destino hasta allí, yo solo pido misericordia de Dios, de su alma, y que sea un ángel cuidándonos desde el cielo. He vivido momentos de impaciencia, de angustia, de incógnitas. Me duele, no sé qué hacer con mis hijos cuando deba hablarles de esto, mi hijo menor tiene pesadillas y me pregunta por su papá, mi hijo mayor no habla. Yo estoy bastante golpeada moralmente por toda esa situación y aun así, llega la familia de él, haciéndome señalamientos, vulnerando mis derechos y los de mi hijo”.
El señalamiento y discriminación
Con la caída de Juan Pablo de ese balcón, no solo su cuerpo se estrelló contra el piso, sino que su compañera y familia comenzó a ser objeto de señalamientos y de culpas, por parte de familiares de él. Incluso para evitar confrontaciones Katerin se abstuvo de acercarse a su féretro en el cementerio.
Igualmente, Katerin precisó que “Empezaron a tildarme, no me permitieron verlo en la clínica, no se comunicaron conmigo ni el día de la muerte, sino hasta cuando ya ellos le habían avisado a todos los demás, a mí me llamaron a las 3:30 el cuerpo que me iban a entregar, fue todo un problema”.
Katerin afirmó que entiende que quieran culpar de su dolor a alguien, pero ella amaba a Juan Pablo y jamás lo intentó matar o hacerle daño. Ante las habladurías y señalamientos Katerin solicitó a la Fiscalía se investigue y se esclarezca con contundencia lo sucedido.
Pareja normal
Katerin Ávila Jiménez, expresó que tenía 35 años, que era la compañera permanente de Juan Pablo Flechas Pérez desde hacía 3 años y la mamá de su hijo menor, Matías Flechas Ávila de 2 años y 7 meses. Destacó que compartieron momentos de mucha felicidad y a pesar de que él trabajaba en otro departamento siempre sacaba el tiempo para estar con la familia, bien fuera en Yopal o en Duitama.
En los últimos días habían estado compartiendo con amigos y familiares en Yopal, en las novenas y otros escenarios.
Sijin realiza la investigación
La Sijin de la Policía realiza las investigaciones de rigor para establecer las causas reales de la caída y posterior muerte del juez. El video será primordial para determinar lo sucedido.
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