Colombia sigue necesitando el petróleo y gas: Presidente ACP, Francisco Lloreda

Durante foro Foro de resolución de conflictos en el sector de hidrocarburos: bienes y servicios en la cadena de producción, que se realiza en el Centro de Convenciones y Negocios de la Cámara de Comercio de Casanare Colombia el presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo, Francisco Lloreda, se refirió al reciente informe elaborado por esta organización donde se analizaron los posibles escenarios en relación a la industria energética para los colombianos en los próximos años.
Resaltó la importancia que tiene para Colombia contar con petróleo y gas nacional (autosuficiencia energética), fundamental para mitigar el costo de los servicios públicos de luz, gas, y combustibles (gasolina y diésel), y, por tanto, el costo de vida. Al contrario, esta situación cambiaría si el país requiere importar combustibles desde 2026, teniendo en cuenta que, con importaciones de petróleo y gas el país sería aún más vulnerable a tensiones internacionales, se encarecerían la energía, los insumos con los que se fabrican productos del diario vivir, insumos agrícolas, el dólar, tasas de interés, el endeudamiento público y privado, todo esto con repercusión para el costo de vida de los colombianos y la actividad de otros sectores productivos.
En el caso de la industria del petróleo y gas, en un escenario de sostenimiento (Futuro A), se estima que el sector generaría ingresos a la Nación por $105 billones en los próximos cuatro años y $227 billones hasta 2032, contribuyendo a la financiación de programas de desarrollo social, reactivación económica, diversificación productiva y energética y al equilibrio fiscal del país. Asimismo, aportaría $38 billones por regalías durante el próximo Gobierno, y $80 billones hasta 2032, que, con una coordinación de políticas públicas óptimas, contribuirían a mejorar la calidad de vida de las regiones del país, especialmente aquellas con mayores necesidades básicas insatisfechas (beneficiadas con regalías) y las productoras.
En contraste, en un escenario de debilitamiento (Futuro B), por desplome en producción se estima una pérdida de $18 billones de aportes fiscales y regalías de las empresas E&P a la Nación y las regiones. Por ejemplo, un departamento productor, como el Meta, dejaría de recibir $412 mil millones por regalías, recursos que equivalen a los ingresos destinados a fondos de salud y turismo del departamento; y uno no petrolero como el Chocó dejaría de recibir $70 mil millones, que hoy equivalen a la mitad de los ingresos del fondo local de salud del Chocó.
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