Un joven en el cementerio, uno paralizado en un hospital y otros dos en la cárcel: Saldo de peleas delincuenciales en Yopal.
La no devolución de un arma de fuego, parece ser el detonante de una serie de hechos violentos que acabaron con la vida de Franklin Estiven Grosso Orentive, un adolescente de 16 años, en inmediaciones de Torres de San Marcos en Yopal; el atentado que dejó mal herido a Jefferson David Pidiachi de 22 años en el barrio Bosques de San Martín y el apresamiento de su hermano Cristian José Pidiachi, alias “Piolín”, por el asesinato del joven, en hechos ocurridos la semana pasada y ya esclarecidos por la Fiscalía. Igualmente el presunto autor material del atentado contra Pidiachi también fue capturado.
Según un comunicado de la Fiscalía que da cuenta de la captura de uno de los hermanos Pidiachi, como responsable del delito de homicidio del menor de edad, este habría conducido el pasado 12 de abril a su víctima a una zona boscosa del sector de La Upamena en Yopal, lo amarró de pies y manos y luego lo atacó con arma blanca en múltiples oportunidades.
Según el director seccional de Fiscalías, Anderson Pinilla, la muerte se cometió con sevicia si se considera que al menos le propinó 50 puñaladas, en su humanidad. El muchacho apareció degollado.
Las investigaciones de la policía judicial arrojaron que el jovencito Grosso Orentive fue asesinado porque se habría negado a devolver un arma de fuego a otro adolescente. Al siguiente día, unos jóvenes ingresaron a la casa de habitación de la familia Pidiachi y tras saludar se dirigieron al sitio donde dormía Jefferson David Pidiachi y le dispararon en el cuello, según narró la madre de este. Al parecer esta sería la retaliación por la muerte del adolescente a manos de otro de Los Pidiachi, finalmente capturado.
Jefferson se encuentra hospitalizado con un pronóstico reservado frente a los traumas ocasionados por la bala, que por ahora le han generado una parálisis de sus piernas.
Esta es la triste historia para estas familias de estos jóvenes, que, en medio de disputas por armas y alucinógenos, en estos barrios periféricos de la ciudad, terminaron, uno, en el cementerio, otro, paralizado y el tercero en la cárcel.
Pero el drama continúa. Falta que se haga justicia con respecto a la persona que disparó contra Jefferson Pidiachi, al parecer, Vladimir Castillo Orentive, y quien fue capturado y enviado preventivamente a la cárcel por porte ilegal de armas. Según la hipótesis de la Fiscalía, este sería imputado en las próximas horas por el delito de tentativa de homicidio con base en el acervo probatorio recaudado.
Cada uno de estos jóvenes al tratar de tomarse la justicia por mano propia, terminó empeorando las cosas para todos ellos.