Exparamilitares de alias “Martín Llanos” acusan a Lucho Herrera de la desaparición y muerte de 4 personas.
El nombre de Luis "Lucho" Herrera, leyenda del ciclismo colombiano y ganador de la Vuelta a España en 1987, se ve ahora envuelto en una turbia investigación judicial.
Dos exparamilitares del grupo comandado por alias Martín Llanos —exjefe de las Autodefensas Unidas de Casanare y hoy gestor de paz— han señalado al pedalista de instigar la desaparición de tres personas en Fusagasugá en 2002, con el presunto fin de apropiarse de sus tierras. Los testimonios, revelados en un informe de Noticias Uno, han llevado al Juzgado Cuarto Penal del circuito local a solicitar a la Fiscalía General que inicie una investigación formal.
Los testimonios que conectan a Herrera con los paramilitares
Según declaraciones judiciales de Óscar Andrés Huertas, alias «Menudencias», y otro exparamilitar identificado como «Ojitos», Lucho Herrera habría financiado y ordenado el asesinato de Gonzalo Guerrero, Diuviseldo Torres y los hermanos Rodríguez Martínez. Los hechos ocurrieron el 23 de octubre de 2002, meses después de que Herrera fuera liberado tras un secuestro guerrillero por el que su familia habría pagado un rescate de $4.000 millones.
En su relato, «Menudencias» aseguró que Herrera les entregó dos sobres: uno con fotos de las víctimas —a quienes falsamente calificó como «milicianos guerrilleros»— y otro con $40 millones para comprar armas. «Esas personas colindaban con la finca de él. Las degollamos y descuartizamos con machetes en una finca cerca de la vía Novilleros», declaró ante las autoridades.
Las víctimas y el grito de justicia de sus familias
Fabian Rodríguez, familiar de los hermanos Rodríguez Martínez, exige que se esclarezca el paradero de sus seres queridos y se investigue al ciclista. «Mi abuelo y mi mamá trabajaron para la familia Herrera. No podemos callar más», afirmó Rodríguez en diálogo con medios locales. Los cuerpos de las víctimas, según los testimonios, habrían sido enterrados en terrenos propiedad de Herrera, aunque esto aún no ha sido verificado.
La organización de Martín Llanos habría descubierto años después que las víctimas no tenían vínculos con la guerrilla, sino que eran civiles. «Nos usaron para limpiar tierras», admitió uno de los exparamilitares.
La sombra de un pacto oscuro
Los testimonios judiciales revelan una alianza preocupante: tras su liberación en el 2000, Herrera habría establecido contacto con Martín Llanos, entonces líder paramilitar, para «protegerse» de nuevos secuestros. Sin embargo, esa relación derivó en crímenes atroces. «Él (Herrera) nos dijo que actuáramos rápido. Era su palabra contra la nuestra», relató «Ojitos».
Aunque Llanos ahora colabora con la Justicia bajo el marco de la Ley de Víctimas, sus declaraciones sobre este caso siguen siendo ambiguas. Mientras tanto, Herrera —quien no ha respondido públicamente a las acusaciones— enfrenta un dilema moral y legal.
El camino de la Fiscalía
El Juzgado Cuarto Penal de Fusagasugá ya compulsó copias de los testimonios a la Fiscalía General, que deberá decidir si abre investigación formal contra Herrera por los delitos de desaparición forzada y concierto para delinquir. Expertos legales advierten que, de comprobarse su participación, el exciclista podría enfrentar cargos graves, pese al tiempo transcurrido.
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