Grieta interna en el uribismo casanareño: la familia Barrera-Sanabria divide al Centro Democrático
El anuncio de la eventual precandidatura al Senado del exgobernador de Casanare Salomón Andrés Sanabria Chacón por el Partido Centro Democrático desató una tormenta política en Casanare. La polémica, originada en redes sociales, dejó al descubierto una división interna en las huestes uribistas, con acusaciones de nepotismo, promesas incumplidas y concentración de poder en torno a la familia del senador Josué Alirio Barrera Rodríguez.
La eventual precandidatura al Senado del exgobernador Salomón Sanabria desató una tormenta dentro del Centro Democrático en Casanare. La exalcaldesa Eunice Escobar, su esposa Cielo Barrera, y varios militantes del partido cruzaron fuertes mensajes en redes, dejando al descubierto una fractura entre linaje y liderazgo.
El detonante
El fan page Casanare Informa publicó que el exgobernador Salomón Sanabria “ya está oficialmente inscrito en la lista de precandidatos al Senado de la República por el partido Centro Democrático”.
La publicación resaltó que Sanabria —ingeniero industrial, especialista en Contratación Estatal y con maestría en Proyectos de Desarrollo Sostenible— es cuñado del senador Alirio Barrera, y que su perfil técnico lo proyecta como “un perfil con peso propio dentro del partido”.
Sin embargo, el anuncio encendió la controversia entre figuras del mismo uribismo casanareño, que no tardaron en expresar sus desacuerdos públicamente.
Lo que dijo cada actor
Eunice Escobar Bernal – Exalcaldesa de Paz de Ariporo (Centro Democrático)
Criticó duramente la postulación de Sanabria y su gestión como gobernador, acusándolo de incumplir los compromisos con su municipio.
“Yo fui alcaldesa del Centro Democrático cuando él fue gobernador y todo en lo que se comprometió con nuestro municipio lo incumplió… Nunca me respaldó, ni siquiera en los momentos más difíciles como el estallido social.”
La exmandataria aseguró que Sanabria le confesó que “no pensaba seguir en política”, y ahora lo ve contradiciéndose. Cerró su extensa publicación con una cita bíblica:
“Maldito el hombre que confía en el hombre.” — Jeremías 17:5
Cielo Barrera – Esposa de Salomón Sanabria
Respondió con dureza, llamando a la exalcaldesa a la introspección personal y defendiendo su fe.
“Le recomiendo que sane su corazón por su paz mental y por su salud… cuando se gobierna es difícil tener contento a todo el mundo.”
Añadió que su fe “está por encima de la política y de cualquier cargo”, y afirmó que hacen oración y ayuno “sin esconderlo ni negarlo”.
Salomón Sanabria – Exgobernador de Casanare y precandidato al Senado
Negó haber usado la religión con fines políticos y defendió su gestión en Paz de Ariporo, mencionando obras concretas.
“Nunca he utilizado a Dios en mis procesos políticos… traté al máximo de ayudar en lo que estuvo a mi alcance.”
Enumeró entre sus logros los recursos para el megacolegio, la biblioteca, la macro-gasificación y la cancha cubierta de La Hermosa, y pidió evitar la confrontación:
“He sido respetuoso y he evitado tener una confrontación… la vida nos dará la razón.”
Andrés Rueda Gómez – Militante uribista
Cuestionó la concentración del poder político en la familia del senador Barrera.
“El pueblo de Casanare dejó claro que el senador no puede seguir escogiendo entre los muchos uribistas… solo familiares o su rosca.”
Pidió que si Barrera decide aspirar a la Gobernación, “deje libre el cupo que se merece Casanare en la lista al Senado”.
Luis Augusto González Avella – Dirigente del Centro Democrático
Denunció abiertamente lo que considera nepotismo estructural dentro del uribismo regional.
“El partido Centro Democrático en Casanare se convirtió en un hato con propietarios… los avales se entregan únicamente a familiares de los dueños del hato.”
Afirmó que los militantes de base “trabajan como negros sin pago” y luego “los votan como papel higiénico”.
Claudia Acevedo Montañez – Activista uribista
Intentó mantener un tono conciliador, pero reconoció la tensión interna y la necesidad de una candidatura fuerte.
“Es lógico que por el trabajo que ha hecho Josué Alirio Barrera la curul esté asegurada para un casanareño, pero quien la ocupe debe tener estructura y respaldo real.”
Aun así, advirtió que al partido “le toca lograr mínimo 60 mil votos de Casanare para sostener esa representación”.
División abierta y consecuencias políticas
La discusión pública evidenció una fractura dentro del Centro Democrático en Casanare, marcada por tres tensiones principales:
- Nepotismo y concentración de poder: se acusa a Alirio Barrera de reservar las principales candidaturas a sus familiares.
- Malestar de la base uribista: militantes históricos denuncian exclusión y falta de oportunidades políticas.
- Pérdida de cohesión electoral: los enfrentamientos en redes debilitan la imagen de unidad que el uribismo había mantenido en Casanare.
Fuentes cercanas al partido confirman que la dirección nacional decidirá a finales de noviembre quién representará a Casanare en la lista cerrada al Senado.
Lectura política
La disputa entre la exalcaldesa, el exgobernador y figuras cercanas al senador Barrera revela un reacomodo de fuerzas dentro del uribismo casanareño. El debate, lejos de ser anecdótico, expone un problema estructural: la falta de renovación interna en un partido que nació con discurso de meritocracia pero hoy enfrenta críticas por sus dinámicas familiares.
Síntesis simbólica
El Centro Democrático, que se proclama defensor de la familia, parece ahora víctima de su propia familia política. En Casanare, el linaje, la lealtad y el poder se entrecruzan en una guerra doméstica donde el apellido pesa más que el liderazgo.
Y como dijo la exalcaldesa Eunice Escobar, citando a Jeremías: “Maldito el hombre que confía en el hombre.”











