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La ventana marroncita volvió a sonar: Su familia en Yopal despidió a Leidy Tatiana, 23 años después de su desaparición

Veintitrés años después de su desaparición, la familia Meche Paredes por fin pudo despedir a Leidy Tatiana, la niña adolescente de 16 años que el conflicto armado les arrebató en junio de 2002.

Su cuerpo fue identificado por la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) y trasladado al Cementerio Municipal de Yopal, donde fue inhumado dignamente.

La despedida estuvo marcada por una serenata con su canción favorita: La ventana marroncita.


La serenata que cerró una espera interminable

“Ella disfrutó mucho de esa serenata que le llevaron a sus 14 añitos”, recordó su madre mientras sonaban los primeros acordes del vallenato que marcó su adolescencia.

En aquella época, Leidy sonreía desde la ventana, emocionada con los músicos que su madre había contratado.

Ahora, más de dos décadas después, esa misma melodía fue interpretada de nuevo, esta vez frente a su tumba.

Los versos —“Que yo las canto con el alma / para esa linda morenita / de la ventana marroncita”— parecían escritos para ella: la morenita alegre que nunca regresó a casa, pero cuya memoria sobrevivió en la voz de su familia y en el eco del acordeón.


De la búsqueda al reencuentro

En septiembre de 2023, su padre acudió a la UBPD para pedir apoyo en la búsqueda.

Ese mismo año, la entidad localizó en el cementerio de Arauca una bóveda con un cuerpo no identificado que coincidía con la descripción física de la joven.

En marzo de 2024, el equipo de la Unidad, con apoyo del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, recuperó los restos.

Los análisis genéticos confirmaron lo que la familia había esperado escuchar durante 23 años: el cuerpo correspondía a Leidy Tatiana Meche Paredes.


Una verdad que alivia el dolor

Según la investigación humanitaria, Leidy falleció el 20 de mayo de 2005 en zona rural de Tame (Arauca), en hechos relacionados con el conflicto armado.

Al no contar con documentos que permitieran su identificación, fue sepultada como NN en el cementerio de la ciudad de Arauca.

El pasado 17 de octubre, en la sede de la UBPD en Yopal, se realizó la entrega digna del cuerpo.

La familia llevó flores blancas y pidió que sonara el vallenato que ella amaba. No hubo discursos oficiales, solo lágrimas, música y silencio.


“Hoy termina una etapa de este dolor”

“Nadie sabe el dolor de una madre. Uno no está preparado para enterrar a sus hijos”, dijo su madre con serenidad.

“Hoy termina una etapa de este dolor al saber dónde está y poder darle descanso”.

Sus palabras reflejaron el alivio de una familia que, después de más de dos décadas, encontró respuesta a la ausencia.


Una historia que refleja el duelo de miles

Para Wilson Chavarro, coordinador territorial de la UBPD en Casanare, el caso de Leidy simboliza la persistencia de las familias que siguen buscando a sus seres queridos.

“Ninguna persona en Colombia debió vivir lo que le ocurrió a Leidy Tatiana.
Como ella, miles de menores fueron arrebatados por la guerra.
Hoy su familia tiene un poco de alivio: saber dónde está, poder llorarla y recordarla con amor.”

La Unidad de Búsqueda cuenta con 26 sedes territoriales y tres satélites en el país, donde familias como la de Leidy siguen tocando, con esperanza, las ventanas marroncitas de la memoria.

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