Casanare en la mira: organizaciones armadas se disputan el territorio a sangre y fuego. Dos víctimas más en Maní.

El departamento de Casanare atraviesa una preocupante escalada de violencia. Durante mayo de 2025, se han registrado al menos cuatro homicidios por sicariato en los municipios de Yopal, Villanueva y, más recientemente, en la vía que conecta Maní con Aguazul. Estos hechos apuntan a una disputa cada vez más evidente entre redes delincuenciales por el control del microtráfico en el sur del departamento.

El caso más reciente ocurrió en la noche del 28 de mayo en las inmediaciones de la vereda Matepiña, a unos 20 kilómetros del casco urbano de Maní. Inicialmente reportado como un posible accidente de tránsito, el hecho resultó ser un ataque sicarial: dos hombres fueron encontrados tirados en el suelo junto a una motocicleta, ambos con heridas de arma de fuego.

Una de las víctimas, identificada como Jefferson Ochoa Cruz, de nacionalidad venezolana, falleció en el lugar. La otra, José Sílice Padron, murió minutos después mientras recibía atención médica en el hospital de Maní. Según versiones preliminares, uno de los fallecidos era propietario de un taller de reparación de electrodomésticos en el municipio, aunque aún no se confirma si alguno tenía antecedentes judiciales.

El hallazgo fue alertado por la comunidad. La Inspectora de Policía del sector confirmó que uno de los hombres aún presentaba signos vitales y activó el protocolo correspondiente. Pese a los esfuerzos, no fue posible salvarle la vida.

Este doble homicidio podría estar relacionado con una presunta confrontación entre estructuras criminales vinculadas al Clan del Golfo y al grupo conocido como Tren de Aragua, quienes se disputarían el control territorial del narcotráfico en municipios del sur del departamento.

Otras víctimas en mayo

Jesús Andrés Buitrago Castañeda, prestamista informal de Monterrey, fue atacado en Villanueva el 26 de mayo a donde se había desplazado para realizar el cobro de una cuota.

El 14 de mayo, en Yopal, fue asesinado Juan Sebastián Soto Berrío en un taller mecánico del barrio El Progreso. Su muerte estaría ligada a una disputa territorial que involucra al conocido Clan de los Soto. Y el 26 de mayo, en Villanueva, fue ultimado Jesús Andrés Buitrago Castañeda, quien habría sido citado en ese lugar para resolver una deuda, según versiones extraoficiales.

Aunque las autoridades no han emitido aún un pronunciamiento oficial que confirme las hipótesis sobre el trasfondo de estos crímenes, la repetición de hechos similares en distintos municipios durante un mismo mes ha encendido las alarmas. Todo indica que Casanare podría estar frente a una consolidación de guerras entre redes criminales que buscan expandir su dominio en el territorio.